Especial para EFE:Verde, por @ValentínCarrera, a bordo del Sarmiento de Gamboa

La sopa de siglas que sigue es árida; pero les pido dos minutos de lectura para situar la investigación polar en sus coordenadas administrativas. La investigación científica española se aloja actualmente en el amplio contenedor del MINECO, siglas del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

La decisión puede ser discutida: muchos científicos añoran un verdadero Ministerio de Ciencia o, al menos, de Educación e Investigación, como en Alemania, donde existe desde 1962; o el francés de Enseignement supérieur et Recherche; pero Spain is different. Lo de menos es el nombre, lo importante es el presupuesto dedicado a investigación y, acampando en Economía, se supone que los recursos están en el despacho de al lado…

Dentro del MINECO, se ocupa de la Ciencia la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), de la que depende el CSIC, la Agencia Estatal para la investigación, donde trabajan más de tres mil científicos. De la misma Secretaría depende el Comité Polar Español creado en 1998 para coordinar e impulsar la actividad española en el Ártico y en el Antártico.

231116_efe3_vcarrera_equipoutmLos campos de estudio del CSIC abarcan desde la física a la biomedicina, pasando por humanidades y ciencias sociales. El Área de Recursos Naturales es la que se ocupa de I+D+i en ciencia y tecnología marinas y polares, es decir, de la Antártida, hacia cuyos mares navega estos días el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa para emprender en diciembre la XXX Campaña Antártica.

En estas coordenadas, nos queda una última y enigmática sigla, la UTM, de cuya existencia supe en la primera reunión preparatoria de esta expedición, la Unidad de Tecnología Marina, el cerebro gris que se encarga de la gestión logística y tecnológica de los buques Hespérides y Sarmiento de Gamboa, y de la Base Juan Carlos I, entre otras. Cerebro gris o tal vez Ice Brain, cerebro de hielo, la UTM (coloquialmente “la uteeme”) es el nervio conductor de gran parte de la campaña antártica. Si algo falla, hay que llamar a la uteeme.

Hablamos de un think tank logístico que, desde sus dos bases operativas, la mediterránea en Barcelona y la atlántica en Vigo, suministra a los investigadores instrumentos de laboratorio, aparejos, acústica, geofísica, sísmica, oceanografía…

231116_efe3_vcarrera_antoniosandoval_utm-4Nos relata la vida y milagros de la UTM, con mucho entusiasmo, el especialista en Informática y Telecomunicaciones Antonio P. Sandoval Díaz, con quien comparto estas primeras y pacíficas singladuras a bordo del Sarmiento de Gamboa. Sandoval es el responsable de dar soporte técnico al buque, en especial a la toma de muestras para el estudio de la captura de CO2 por el mar, que viene realizando el oceanógrafo Toni Padín desde que partimos de Vigo. Que los equipos estén a punto y la compleja maquinaria investigadora funcione sin que se note, es el trabajo cotidiano de Sandoval, y de todos los técnicos y especialistas de la UTM en cada una de las campañas.

231116_efe3_vcarrera_equipoutm-3Las antárticas, coordinadas desde hace años por Miguel A. Ojeda, son las de mayor relieve y alcance: forman parte del ADN de la Unidad de Tecnología Marina. Cada vez que llega de nuevo el verano austral, no podría concebirse una campaña en la Antártida sin ese trabajo previo, riguroso y discreto, de la UTM: un trabajo iceberg, sumergido bajo las aguas polares, que hace posible el trabajo científico de una veintena de proyectos.

El día a día de Sandoval a bordo del Gamboa, la planificación logística en manos de Miki Ojeda, o el apoyo de todo el equipo de la UTM desde Vigo y Barcelona, son ese iceberg que hoy queríamos aflorar, el Ice Brain que convierte la Antártida en un gigantesco laboratorio.