* Valentín Carrera comparte en las redes sociales un mensaje de agradecimiento

Antes de dejar Ushuaia —fin y comienzo del mundo—, quiero compartir un mensaje de gratitud. Está a punto de acabar mi segundo viaje a la Antártida: durante cinco meses he recorrido 22.000 km (podría haber dado la vuelta al mundo), en los que he convivido con soldados y marineros; con científicos e investigadoras en las bases españolas y en otras diez bases internacionales. He visitado Tierra del Fuego, los Canales Fueguinos, más de veinte islas, y he puesto pie en el Continente Blanco.

He conversado con biólogos, geólogos, vulcanólogos, hidrólogos, y otras muchas especialidades, saboreando juntos el paisaje, extasiados ante las ballenas o las colonias de pingüinos, aprendiendo con ellos cada día algo nuevo, bebiendo la Antártida, sorbo a sorbo. Fortalecido por la experiencia de 20.000 km de viaje científico, inspirado en el ejemplo de Humboldt, de Darwin, de Jules Verne, me siento parte de la Aventura de la Ciencia.

Mi último mensaje es de gratitud a todas las personas que seguís Horizonte Antártida y a los medios de comunicación que son sus antenas: Agencia EFE, Televisión de Galicia, Radio Galega, MUNDIARIO, La Nueva Crónica, Bembibre Digital, Revista de Castilla y León, Galicia Digital y la emisora argentina Antártida Urbana, entre otros, y sus respectivas redes sociales. Entre todos hemos sumado más de 500 noticias publicadas y más de un millón de seguidores.

Gracias al Comité Polar Español y a los patrocinadores que me han apoyado: ABANCA, que impulsó una magnífica videoconferencia con el Instituto Rosalía de Castro; a Pharmadus, cuyas infusiones me han dado calor en los días más fríos; a Chocolates Eureka, que puso la nota dulce y energética; y a Galicia Calidade y Xacobeo, Turismo de Galicia, por dejarme ensanchar sus horizontes hasta la Antártida.

Gracias al equipo de Horizonte Antártida: Sonia Aldao y Alén Multimedia por el blog y la paciencia; a la diseñadora Miryam Anllo por su maravilloso logotipo; a Marga Nuñez y Brian Morrisey por la versión inglesa desde Dublín. A mi familia, amigos y amigas, que me habéis acompañado durante todo el viaje: a 13.000 km de distancia, os he sentido aún más cerca.

El gran laboratorio de La Antártida representa la pasión por el conocimiento, el rigor de la investigación, la Aventura de la Ciencia. La Antártida es un carrusel de emociones que despierta la sensibilidad y abre las puertas de la percepción, una verdadera escuela para salir del analfabetismo emocional.

La Antártida nos enseña a amar y respetar la naturaleza. Una toma de conciencia, vigilante del cambio climático y comprometida con preservar este ecosistema del que todos formamos parte. Todo está profundamente relacionado y la Antártida es el hogar de los pingüinos y las ballenas; pero es, también, nuestra casa.

Ushuaia, 15 de marzo de 2017