Sembrando trigo en el hielo

Día 39, martes 13 de diciembre de 2016, Santa Lucía, lat.  62° 12′ S Lon. 58° 55′ O, Isla del Rey Jorge.

Por si acaso alguien me escucha en el Ministerio de Educación, que espero siga existiendo a mi regreso, comparto esta imagen con los estudiantes chilenos de secundaria premiados en la Feria Antártica Escolar que dirige la divulgadora científica Paulina Rojas y organiza cada año el Instituto Antártico Chileno (INACH). Llegaron ayer en un avión Hércules de la Fuerza Aérez Chilena a la pista de tierra de Isla del Rey Jorge (no es un aeropuerto convencional, pero es el único practicable todo el año para unir por vía aérea la Antártida con el continente).

A los miembros de la Expedición Científica Española que estábamos en ese momento a pie de pista, nos sorprendió la llegada de este grupo de adolescentes: una bocanada de alegría y vitalidad. Son los ganadores del concurso de trabajos en tres modalidades, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Desarrollo Tecnológico; y el INACH les premia con un viaje de estudios a la Antártida: visita a las bases en Rey Jorge y una charla de Alejo Contreras, «el aventurero que más sabe de la Antártida», después de haber estado catorce veces en el Polo Sur…

A media tarde, los estudiantes visitaron el buque español Sarmiento de Gamboa, donde fueron recibidos por el capitán, Pablo Fernández, y tuve ocasión de conversar con  dos alumnas en verdad brillantes. La pasión con la que una futura bióloga, no pude retener su nombre, me explicó el contenido de su trabajo premiado, me despejó las dudas que no tenía. Este es el camino: la formación, la educación de las nuevas generaciones; ellos y ellas serán en muy pocos años los científicos que tendrán en sus manos la investigación puntera.

Sentí de cerca la pasión que ponían en su conversación con Alejo, la chispa despierta en sus ojos fotográficos, la sed adolescente en su afán por beberse la Antártida toda. Tengo sana envidia de un país que apuesta, como política estatal, por acciones de sensibilización escolar, de estudio y compromiso con el medioambiente. Un país capaz de sembrar trigo en el hielo.

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