Dedicado a mi nieto, Martín.
En Ourense no hay pingüinos… o sí. Un grupo de niños y niñas del Colegio Concepción Arenal me invitó a compartir con ellos una excursión a la Antártida, y allá me fui, a la ciudad de las Burgas, las fuentes de las que manan chorros de agua hirviendo, de agua procedente de las entrañas de la tierra, ¡quién sabe si por algún secreto conducto venidas desde el mismo conducto del volcán de Isla Decepción, en la Antártida!
Las charlas con los chavales es una de las actividades más gratificantes para quienes hacemos periodismo científico o cultural, en este caso relacionado con la Antártida, y sé por mis compañeros y compañeras de expedición, que habitualmente imparten conferencias en centros escolares o facultades, que también para ellos es una experiencia enriquecedora. Porque somos conscientes de la importancia de divulgar el trabajo científico que realizan los investigadores españoles en la Antártida, y porque es también un modo eficaz para concienciar a los más jóvenes acerca del cambio climático, y sembrar ese sentido de globalidad -«Todo está relacionado», decía Humboldt- que debería impregnar su educación (y la nuestra). Hacerles ver y comprender, en Ourense, que el agua hirviendo de las burgas no es tan distinta de las fumarolas de Isla Decepción.
El caso es que fui invitado a compartir una clase con los alumnos y alumnas de 6º A y B de Primaria del Colegio Concepción Arenal de Ourense, y pasamos juntos un rato estupendo: hacía mucho tiempo que no me sentía tan escuchado, tan atentamente escuchado por un auditorio tan joven e interesado. Hablé a placer sin ruidos molestos, los chicos tomaban notas con pasión, luego intervinieron activamente en el coloquio, y para culminar la actividad, desarrollaron media docena de trabajos en equipo. Me comprometí con ellos a publicarlos en el blog, y como sé que son seguidores de Horizonte Antártida, cumplo mi promesa compartiendo con el mundo antártico sus redacciones y dibujos. Un placer, chicos, cuando queráis, volveré a Ourense.
Trabajos realizados por Adrián, Lorena, Francisco, Sara R.; Celia, Naia, Guille, Luis, Adam; Raúl, Clara, Miguel, Ares; Eileen, Sara, Miguel, Elisa, Santiago; Elena, Ana, Hugo, Marina; Lucas, Luz, María, Noa; Rubén, Sabela, Laura y Martín. A todos, gracias y enhorabuena por vuestra creatividad y entusiasmo.