La XXX Expedición Científica Española a la Antártida echa el telón: hace apenas quince días regresaban a casa, a bordo del Hespérides, vía Ushuaia y Punta Arenas, los investigadores y científicas, los militares del Ejército de Tierra que realizaron la campaña en la Base Gabriel de Castilla y parte del personal técnico y de apoyo, además de los autores del documental Antártida: un mensaje de otro planeta, y el autor de este blog, Horizonte Antártida, después de cinco meses de aventura polar.

Con la base Gabriel de Castilla ya cerrada, quedaban sin embargo trabajando a ritmo intenso los operarios de la nueva base Juan Carlos I, en Isla Livingston, apurando al máximo las horas de luz, más escasas casa día que avanza el calendario hacia el invierno austral. En estas fechas, el trabajo en las Islas Sandwich del Sur comienza a ser extremedamente complicado. Menos horas de luz, más frío y navegación más difícil.

En estas condiciones han concluido los trabajos, bajo la dirección del responsable de la campaña, Miguel Ojeda, Miki, que ya regresa rumbo a Ushuaia, a bordo del Hespérides, con el resto del personal de la Unidad de Tecnología Marina (UTM) y de la UTE Antártida (formada por las empresas Arcadi Pla, de Girona, y Global Cleop, de Valencia que ha trabajo durante los últimos meses en las obras de modernización de la base.

El cierre de la base Juan Carlos I han sido tres intensos días de trabajo, del 29 al 31 de marzo, con el buque fondeado (cuando las condiciones meteo lo permitían), mediante las embarcaciones del Hespérides y la participación muy activa de toda la dotación del buque y el personal de la base, adaptándose de manera ejemplar a unas temperaturas extremas, fuertes vientos y mala mar, propia de esta época del año en la Antártida. Tres días en los que se ha embarcado distinto material: equipos y muestras científicas, víveres y material de obra sobrante, y se ha suministrado combustible para dejar la base lista para su inauguración y estreno durante la próxima campaña 2017-18.

De todas las bases científicas que operan en la zona durante el verano austral, este año la base Juan Carlos I ha sido la última en cerrar, para conseguir acabar las obras. Un gran esfuerzo por el que hay que felicitar a toda la gran familia antártica española. Misión cumplida: enhorabuena y feliz regreso a casa.