Día 49, viernes 23 de diciembre de 2016, San Asclepio, Paso Drake.

23-cadena-hielo-2El trabajo a bordo es incesante y no sobra ningún brazo. Aquí estamos en las bodegas del Gamboa, a temperatura pingüino, montando una cadena humana con más de diez eslabones para portear los congelados de la Base Gabriel de Castilla desde las neveras del buque hasta la zodiac. La cadena se inicia en la nevera, donde el cocinero de la base y el engrasador Jaime seleccionan los víveres de la base y los pasan a Luis Ansorena, que se los pasa a Valentín, y este a Rafael, y Rafael a Josabel, y de ahí tres eslabones más hasta el ascensor, y una vez en el hangar, otra cadena de seis personas trabajando al alimón…

Marineros, investigadores, el personal de máquinas, el de cubierta, los oficiales, el cronista: todos a una. He visto estos días al capitán a pie de grúa, coordinando la descarga; al jefe de expedición tirando de traspalé; al veterano científico Miguel Ramos carretando cajas con los equipos de Permafrost. La cantinela de que nadie es imprescindible no reza en la Antártida: aquí todos somos necesarios; y aunque a veces el cansancio aprieta y casi ahoga, y se escuchan algunas protestas, cuando toca lo que toca, estamos a lo que estamos. La vida de la working class en tiempo real, sin pamplinas.